La mosca del olivo
La mosca del olivo (Bactrocera oleae) representa uno de los desafíos más significativos en la producción oliva. Este pequeño insecto, de apenas unos milímetros, tiene un impacto considerable en la calidad y cantidad de la producción de aceitunas, afectando tanto a aceitunas de mesa como a aquellas destinadas a la producción de aceite.
La mosca del olivo es un insecto que, a través de su ciclo de vida, causa daños significativos en los cultivos de olivo. La hembra perfora el fruto para depositar sus huevos, lo que no solo afecta la estética del fruto, sino que también introduce enfermedades y permite el acceso a otros patógenos.
La mosca del olivo en estado adulto, es semejante en tamaño a la mosca doméstica, mide de 4 a 5 mm de longitud. El tórax presenta claramente tres líneas longitudinales de tonalidad rojiza sin pelos. El abdomen pardo-rojizo en el caso de la hembra es cónico y de una longitud de 1 mm facilitando la distinción entre macho y hembra.
Los huevos son de color blanco lechoso, de forma alargada redondeados en los extremos y de un tamaño aproximado de 0,7mm de longitud a 0,2 mm de anchura.
La larva sufre metamorfosis y se transforma en pupa, ésta es de forma elíptica y mide entre 4-5mm de longitud y 2 mm de anchura, con un color amarillo-ocre y blanco-arena. La mayoría se encuentran en fase de pupa enterrada en el suelo durante el invierno.
Su ciclo biológico comienza cuando las hembras depositan los huevos bajo la piel de las aceitunas. Las larvas, al eclosionar, se alimentan de la pulpa, dejando galerías que pueden ser puertas de entrada para hongos y bacterias. Este proceso puede repetirse varias veces al año, dependiendo de las condiciones climáticas, siendo más activo durante los periodos más cálidos.
Daños producidos por la mosca del olivo
Los daños causados por la mosca del olivo son principalmente de dos tipos: directos e indirectos. Los directos se refieren a la pérdida de rendimiento del fruto debido al consumo de la pulpa por las larvas y la consecuente caída prematura de las aceitunas. Los daños indirectos vienen dados por la merma en la calidad del aceite, dado que los frutos afectados suelen presentar un alto grado de acidez y una disminución notable de sus características organolépticas.
Sistemas de control
Para combatir la mosca del olivo, Bactrocera oleae, es fundamental adoptar un enfoque integrado que combine diversas estrategias de control. Estas incluyen prácticas culturales, biológicas, químicas, y el uso de trampas. A continuación, detallo algunos tratamientos y medidas recomendadas para manejar efectivamente esta plaga:
Prácticas culturales
- Recolección temprana: Reducir el período en el que las aceitunas están expuestas puede disminuir la incidencia de la mosca.
- Eliminación de frutos caídos: Recolectar y destruir las aceitunas del suelo para reducir el refugio y la alimentación de las larvas.
- Poda: Mantener los árboles bien podados para aumentar la aireación y la penetración de la luz, lo que hace menos atractivo el hábitat para la mosca.
- Labrar el suelo del olivo después de la recolección: Esta práctica disminuye la población invernante.
- Controlar el exceso de abonado nitrogenado y el exceso de vegetación.
- Regular el riego en verano.
Control biológico
- Uso de parasitoides: Introducir o fomentar la presencia de enemigos naturales de la mosca, como Psyttalia concolor o Psyttalia lounsburyi, que parasitan las larvas de la mosca.
- Aplicación de nematodos entomopatógenos: Algunos nematodos, como Steinernema carpocapsae, pueden ser efectivos contra las larvas de la mosca cuando se aplican en el suelo alrededor de los árboles.
- Aplicación de hongos patógenos: Beauveria bassiana es un hongo que inhibe la puesta de huevos por parte de las hembras de la mosca del olivo en frutos tratados reduciendo el desarrollo de la plaga en el cultivo. También tiene un efecto directo sobre la mosca del olivo, las esporas se adhieren fuertemente a la cutícula e inmediatamente empiezan a germinar, generando hifas y apresorios que, por mecanismo físico y enzimático, consiguen penetrar la cutícula de la mosca, provocando la muerte.
Entre las plantas que favorecen el establecimiento de parasitoides: Hay de destacar plantas de olivarda (Dittrichia viscosa) y alcaparrera (Capparis spinosa).
Uso de repelentes
El uso de caolín es una opción natural y sostenible para la protección del cultivo. Previene/reduce la picada de la mosca al hacer menos “atractivo” el fruto por su recubrimiento blanquecino, también hace de protector contra “golpe de sol” y estrés térmico.
Control químico
Insecticidas selectivos: Utilizar productos específicos contra la mosca del olivo, aplicándolos en el momento óptimo según el ciclo de vida de la plaga. Los ingredientes activos como el spinosad son efectivos y tienen un menor impacto ambiental.
Consultar productos fitosanitarios autorizados en España.
Tratamientos con cebo: Los cebos insecticidas, que combinan un atrayente con un insecticida (por ejemplo deltametrina), pueden aplicarse en puntos estratégicos, reduciendo la necesidad de aplicaciones foliares extensas.
Trampas y monitoreo
Trampas con atrayentes: Emplear trampas cebadas con atrayentes alimenticios (como hidrolizados proteicos) o sexuales (feromonas) para monitorear y reducir las poblaciones de la mosca.
Trampas masivas: Utilizar trampas en gran número como método de control directo, especialmente en áreas con infestaciones menores o como complemento a otras estrategias.
Tecnologías de Confusión Sexual
Difusores de feromonas: La dispersión de feromonas en el olivar puede interferir en la comunicación sexual de las moscas, reduciendo su reproducción.
Sugerencia de programación de actuaciones para el manejo de la mosca del olivo:
Tipo de actuación | Abril | Mayo | Junio | Julio | Agosto | Septiembre | Octubre | Noviembre | Diciembre |
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Trampeo masivo | x | x | |||||||
Repelentes | x | x | x | x | |||||
Tratamiento parcheo | x | x | x | x | x | x | |||
Tratamiento total | x | x | x | x | x | x | |||
Hongos entomopatógenos | x | x |
Consideraciones generales
Rotación de productos fitosanitarios: Para evitar el desarrollo de resistencia en las poblaciones de moscas, es crucial alternar los ingredientes activos de los insecticidas utilizados.
Integración de estrategias: Combinar diferentes métodos de control para maximizar la efectividad y minimizar el impacto ambiental.
Asesoramiento profesional: Consultar con expertos en manejo de plagas y seguir las recomendaciones locales puede ayudar a optimizar el programa de control.
El manejo exitoso de la mosca del olivo requiere vigilancia constante, adaptación a las condiciones locales y temporales, y un compromiso con las prácticas sostenibles de manejo integrado de plagas.